Una comida familiar en Alfafara. No necesité más excusa para hacer esta excursión. "Allí os espero" dije en casa. Así que de buena mañana (no demasiado pronto, la verdad, poco después de las 8) salí de casa para buscar la entrada del Barranc del Cint, cuya silueta preside casi cualquier imagen de Alcoy.
Tenía miedo por el calor, ya que bien entrado el mes de junio, las temperaturas empiezan a obligar madrugar más de lo que me gusta. Pero la suerte se alió conmigo y la mañana amaneció ligeramente nublada y con temperaturas bastante llevaderas.
Entrada al Barranc del Cint
El camino se adentra entre las grandes paredes que delimitan el barranco entre el Pic de les Àguiles y el Alt de les Pedreres
Mas del Potro
En medio del barranco encontramos el Mas del Potro, habitado, donde podemos ver algunos huertos y algunos animales (algunas cabras y un burro). Máximo aprovechamiento del terreno.
La vegetación es muy espesa en todo el barranco, con constante presencia de agua.
Casetes de Vilaplana, donde llegamos tras salir del barranco por el norte.
Desde les casetes de Vilaplana una senda con marcas blancas y amarillas del PR-CV-57 nos adentra en una zona de monte bajo y carrasca para dirigirnos hacia la pista que nos llevará hacia el Mas del Pla, puerta de la Font de Mariola. ¡Y no os asustéis de los indicadores que os podáis encontrar! Para alcanzar vuestro "Monte del Destino" deberéis seguir hacia "Mordor". ¡Y no es broma!
Frodo Bolsón estuvo aquí.
Antes de alcanzar la pista, la vista hacia atrás ofrece unas vistas estupendas. La primavera ha sido generosa en lluvias y eso la sierra lo nota.
Llegados a la pista forestal con la que "tropezaremos" en las inmediaciones del Mas de Capellans (por el que no llegamos a pasar), y tras un breve tramo ascendente, llegamos a un llano que nos conduce entre carrascas y pinos hacia un cruce de pistas (en el que giraremos hacia la izquierda) que nos llevará hasta el Mas del Pla.
Preciosa imagen del Mas del Pla, entre campos de cereales y bajo la cumbre del Montcabrer.
Mas de Barratxina
Si se tiene la suficiente pausa en el camino, y los ojos bien abiertos (así como las fosas nasales) descubriremos infinidad de plantas que la primavera viste de diferentes colores. Sólo añado los nombres de aquellas que he encontrado o conozco, por lo que se agradecerá cualquier aportación o corrección.
Lechetrezna (lleteresa o lleterola)
Jara blanca (estepa blanca)
Hinojo (fenoll)
Mas de Mariola, junto al paraje de la Font de Mariola
La zona de la Font de Mariola desde la carretera, dominado por el Alt de Mariola donde se asientan los restos del Castell de Mariola
El camino rodea el cámping hasta que aparece un indicador que nos indica la dirección hacia Alfafara.
Desvío
A partir de este momento se inicia un vertiginoso descenso de más de 300 metros de desnivel en apenas 2 kilómetros que nos llevará hasta Alfafara. El descenso se hace entre el Cabeço de Mariola i el Cabeçó de Serrelles, lugares conocidos por la presencia de sendos poblados íberos en sus cumbres.
Cientos de estas pequeñas mariposas nos acompañan en el descenso.
Centaurea amarilla (centaura groga)
El Cabeçó de Serrelles, con una antigua construcción rural frente a sus paredes.
La senda se empina por momentos. Debemos bajar con cuidado.
La senda termina junto al Polideportivo de Alfafara, desde donde pronto veremos el pueblo.
Alfafara.
Una vez en Alfafara, baño y ducha refrescantes gentileza de los "cuñaos". Y cumplí lo que prometí: esperé a mi familia en la puerta de la casa con una cervecita bien fresquita entre las manos.
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