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lunes, 3 de junio de 2013

XIV Pujada al Montcabrer

Fecha: 26-5-2013

Últimamente no he publicado entradas, ya que llegado el fin de semana, me da más por correr por el monte que caminar. Y claro, ni cojo la cámara ni nada. Pero, el domingo 26 de mayo, corrí mi primera carrera de montaña. Y en casa, en mi montaña, la que tantas veces he subido (no sé cuántas: ¿20? ¿30 veces?). Y como, por gentileza del Centre Excursionista de Alcoi y de su web, he conseguido algunas fotos, pues puedo compartirlas en el blog. Aquí tenéis el enlace. Podréis encontrar el mapa, perfil y fotos de la carrera.




En fin, que la carrera constaba de 19 km con 977 metros de desnivel positivo. Primeros metros de asfalto hasta la entrada del Barranc del Sinc donde se forma un embudo impresionante y nos toca caminar y parar durante un par de kilómetros o tres. El paso por el angosto paisaje es espectacular. Una vez atravesado el barranco, la senda da paso a una pista asfaltada que nos conduce a les casetes de Vilaplana (avituallamiento líquido), tras las cuales rompe una senda a la derecha que nos lleva directamente al Coll d'En Sabata (avituallamiento líquido y sólido, con plátano y membrillo). Aquí ya hemos empezado a caminar sobre quemado, resultado del fatal incendio del pasado verano.

A partir de aquí, en lugar de dirigirse al Montcabrer por el camino más rápido, la senda rompe a la izquierda buscando el Barranc del Carrascalet y el Mas de la Foia Ampla, en el que, para mí, fue el tramo más disfrutón de la carrera, con desniveles moderados, ligeras bajadas y senda estrecha pero relativamente cómoda.

En la Foia Ampla, con su avituallamiento, empezaba lo bueno: una subida terrible en la que se salvan más de 300 m. de desnivel en menos de 2 km. Aquí van un par de fotos de este tramo: yo, con braga verde en la cabeza y doblado. Jose, de rojo, derrochando pootencia y condición física (de hecho ahí me dejó y ya no lo vovi a ver).


De ahí a la cumbre conseguí mantener un buen ritmo de subida (caminando, eso sí) y logré adelantar a algunos corredores, hasta qué llegué a la cima (avituallamiento).

Una curiosidad: a la cumbre llegué, exactamente, en el puesto 300. ¿No hay un jamón para el 300? El 300 es un bonito número, como los 300 de Leónidas en las Termópilas. En fin, que no hubo jamón.

A partir de aquí, un descenso muy técnico de unos 8 km. en el que me encontré muy a gusto y durante el que adelanté a bastantes corredores. Especialmente bonito es el paso por el Pla de les Vaques (tras el puñetero paso de les Peñes Monteses, muy rompe piernas) y descenso por el Alberri, Caval Bernat i Coll d'En Sabata (de nuevo avituallamiento) y descenso, esta vez por Serelles y por el corazón de la zona incendiada. Es una sensación extraña correr por sendas que no habías visto desde antes del incendio y reencontrarse con ellas un año después levantando nubes de ceniza con los pies. ¿Volveremos a verla como fue antaño? Espero que, al menos, mis hijos sí puedan.

Llegada a Alcoy y, en la Urbanización Inacabada y Desastrosa de Serelles, mis piernas dicen basta. El último kilómetro se convierte en una tortura interminable. Menos mal que la entrada a la Piscina Municipal, donde está la meta, es cuesta abajo, y puedo entrar con un poco de dignidad para las cámaras.

Al final 2h 35' 31" en mi primera carrera por montaña. Una experiencia fantástica que, sin duda repetiré el año que viene.

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